LOS NIÑOS Y LOS PANTALONES CORTOS

David Estrada — Thu, 31 Aug 2023 02:11:52 +0000

Históricamente, desde el Siglo XVI y hasta finales del Siglo XIX, en Europa y algunos países de América, la ropa de los niños y las niñas carecía de género, razón por la cual muchos de ellos aparecen retratados en pinturas y en sus primeras fotografías con vestidos largos y amplias faldas de lino o algodón. Con la llegada del Siglo XX, poco a poco se fue haciendo más extendido que los niños entre los 2 y los 16 años usaran pantalón corto, por arriba de la rodilla, y cuando llegaban a la adolescencia o alcanzaban la mayoría de edad, como señal de madurez se ponían sus primeros pantalones largos. El uso de pantalones largos en el hombre, tenía como refuerzo el dicho de “tener pantalones”, lo que representaba todo un símbolo de hombría. Como algo contradictorio, en algunas escuelas se pedía vestir a los niños con pantalones cortos, camisa con corbata, saco, calcetas y zapatos de vestir, es decir, uniformados como un ‘medio hombre’. Así las cosas, la vestimenta habitual de los menores de edad de las turbulentas décadas de los veinte y treinta, era el pantalón corto, que usaban cuando las piernas todavía carecían de vello, lo cual provocaba la burla de sus compañeros mayores. El pantalón corto o ‘short’, era un vestuario que las madres agradecían, pues evitaban que los pantalones largos se rompieran de las rodillas durante las violentas caídas en los juegos, viéndose forzadas a colocarles unos horrendos parches para disimular el desgarre. Total, una pierna raspada se cura en menos de una semana y comprar un pantalón nuevo en la edad del crecimiento era y es una verdadera tragedia para la economía familiar. Por ser un atuendo exclusivo de la niñez, en ese tiempo era mal visto que un adulto se pusiera un pantalón corto, lo cual denotaba inmadurez. Pero después de la Segunda Guerra Mundial, con la revolución social, política y tecnológica que sacudió al mundo, el uso del pantalón corto se fue extendiendo a todas las edades, sobre todo en la época del verano, dejando de ser exclusivo de los menores de edad. Aun cuando en los centros de trabajo no está permitido, en la actualidad un adulto puede ponerse una bermuda (un pantalón corto ligeramente más largo, a la altura de la rodilla), sobre todo los fines de semana, como señal de relajamiento y comodidad. Y en este Siglo XXI muy difícilmente se puede ver a un niño en pantalón corto, a no ser en las clases de Educación Física, dentro de la ‘manada’ de los Boys Scouts o en la realeza europea, donde continúa siendo un atuendo imprescindible…

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